Sanidad Fast-food
La semana pasada oímos al aspirante a lehendakari del PNV, decir que se comprometía a «bajar el tiempo de espera en Atención Primaria a 48 horas o en el mismo día si era urgente».
No habló de dimensionar plantillas adecuadamente, ni de mejorar las condiciones laborales. Tampoco habló de refuerzos médicos en periodos vacacionales, de sustituir bajas o de mejorar la conciliación como piden los y las profesionales. No habló ni de priorizar ni de invertir lo necesario. Ni de la prevención de la enfermedad o de la promoción de la salud.
La longitudinalidad o el tiempo de calidad deben ser para el conceptos del siglo pasado. Para ellos la accesibilidad consiste en que te atienda alguien, sea quien sea, sea donde sea.
Nos ofrece para Osakidetza un modelo de atención «Fast-Food». Al igual que ocurre cuando hablamos de comida, se trata de un servicio de baja calidad, cocinado y transportado rápidamente por personal precario, procesado de manera automática, sin tiempo y con riesgo para nuestra salud. Todo envuelto en magníficas infraestructuras, sostenible y ecológico. Sanidad «basura».
Las empresas de sanidad privada llevan tiempo ofreciendo este tipo de servicios en su modelo de atención rápida y despersonalizada a través de apps. Hay un importante nicho de negocio en ofrecer servicios sanitarios baratos (de momento) pero muy rentables si consiguen fidelidar clientes entre gente desencantada, cansada o harta.
No debemos caer en la trampa.
Señor aspirante: como pacientes no demandamos inmediatez. Tampoco nos da igual quien nos atienda, ni donde nos atiendan.
Osakidetza debería tener atención primaria de “Alta Cocina”, con personal valorado y formado, que haga su trabajo sin prisa, en el tiempo y momento preciso. Una Sanidad que valga lo que cuesta.
Lo que las personas usuarias queremos es que el pediatra de nuestros hijos los atienda durante toda su infancia y en euskera y que nuestra médica de familia nos conozca y tenga tiempo y recursos para atendernos. No queremos pisar un hospital si no es estrictamente necesario. Queremos utilizar los los recursos de los que se disponemos de una manera sensata y eso solo se consigue con una gestión que planifique de manera acertada.
Eso es sanidad de calidad.
Lo que nos estáis dando es chatarra.