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El consejero o el arte de eludir la verdad

Una de las noticias más sorprendentes de las últimas semanas relacionadas con la salud ha sido la amonestación recibida por el pediatra Jesús Sánchez Etxaniz, responsable de la unidad de cuidados paliativos pediátricos del hospital de Cruces, por atender a una niña de 4 años en el proceso final de su vida fuera del horario laboral. No se conoce qué responsable jerárquico le ha amonestado, término ambiguo donde los haya, ni que motivos le han impulsado a esta persona a impedir una actividad profesional, generosa, ética y humanitaria cuando la familia requiere este apoyo. Todos, equipo directivo del hospital de Cruces y unidad de cuidados paliativos pediátricos, eran sabedores de que el horario oficial era de 8 a 15 horas, de lunes a viernes. También saben que la muerte no entiende de horarios, que no era un acto excepcional, sino una de las actividades del equipo de paliativos.

Jesús Sánchez Etxaniz lleva 13 años trabajando en cuidados paliativos pediátricos junto a otro pediatra y dos enfermeras expertas, todos ellos trabajadores de Osakidetza, y la colaboración de una psicóloga.

La reacción inicial del consejero de Salud, Alberto Martínez, fue quitar hierro al asunto, decir que la causa de la baja era por otros motivos y a la vez alabar el trabajo y la trayectoria de Jesús Sánchez Etxaniz y su equipo. No contento con ello, alardeó de que Osakidetza había formado a más de 900 personas en cuidados paliativos pediátricos. ¡Más de 900!

Deia. 2/6/25

¿Sabe el consejero de Salud que la unidad de paliativos no solo atiende niños oncológicos, también a niños frágiles, con enfermedades limitantes que precisan de alimentación por sonda nasogástrica, inyecciones intravenosas, respiradores y otros dispositivos que requieren de la actuación experta de los profesionales de esta unidad?

Jesús Sánchez Etxaniz dijo en Radio Euskadi que su baja sí estaba generada por el acoso laboral ejercido sobre el equipo de paliativos y sobre él, que se sentía incapaz de trabajar en esas condiciones y que no tenía otra alternativa que la baja laboral.

En una entrevista de prensa, con título muy significativo, ¿qué he hecho yo para merecer esto?, dijo:

Aún más sorprendente para mí es que al parecer ha manifestado (yo no lo he oído) que ha hablado personalmente conmigo telefónicamente. Yo desde luego no he hablado con él.

El eco de los sucedido en prensa nacional e internacional, el apoyo al equipo de Cuidados Paliativos Pediátricos de sociedades científicas, como Arinduz, asociaciones de cuidados al final de la vida, como Echamos de menos, y la opinión pública en redes sociales y en plataformas como change.org han obligado a la consejería a cambiar de rumbo, sin pedir disculpas y sin señalar a ningún responsable de esta tropelía.

Ante este alud de apoyos al equipo de Cuidados Paliativos Pediátricos, el consejero dijo que se iba a reforzar los cuidados paliativos todos los días de la semana y a todas horas para situaciones críticas. ¿Con aumento de personal? No. Recurriendo a la Pediatría de Atención Primaria, como una medida improvisada y no consensuada con los pediatras ni con las enfermeras de Pediatría. Todo a golpe de veleta.

A esto sí estamos acostumbrados en Gasteiz. Reabrió el PAC de San Martin, pero con personal de Olaguibel, sin considerar la saturación de la urgencia de Txagorritxu ni el envejecimiento de la población ni la eficiencia de la atención en el PAC de las urgencias no vitales.

Dice la consejería que se han vuelto a abrir las urgencias del hospital de Santiago a toda la población. Sí, pero con un hospital descapitalizado detrás, sin servicios, ni tan siquiera de radiología, traumatología, cirugía o cuidados intensivos. Además, con orden expresa a los técnicos del servicio de emergencias de que todas las urgencias sean enviadas a Txagorritxu, ninguna a Santiago.

En unos días se cumple el primer aniversario de este Gobierno Vasco y el consejero Martínez se ha hartado de lanzar promesas, de prolongar la finalización del llamado Pacto Vasco de Salud, que iba a terminar en marzo de 2025, luego en primavera, cambiar al secretario del Pacto y cambiar las reglas del juego a su antojo, de dar estadísticas impactantes para los medios, pero nos tememos que no para los usuarios de Osakidetza.

Estamos hartos de promesas, ¡exigimos soluciones reales, ya!

Mark Twain decía que hay mentiras, grandes mentiras y estadísticas. La trayectoria del consejero Martínez bien podría ser un ejemplo.

Imagen de la entrada obra de Juan Pablo Serrano. Pexels.

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